Erase una vez…, así podría comenzar la historia de miles de héroes y heroínas anónimos que un día perdieron su identidad, a la par que su lenguaje, su voz, su comunicación, un duelo social silencioso que provoca dolorosos y graves sentimientos de impotencia, de soledad, de incertidumbre, de duelo, … en las personas y familiares que han de pasar por esta experiencia.

No nos cuestionamos nuestras habilidades comunicativas, en las actividades de nuestra vida cotidiana, en nuestra interacción social, nos movemos con la consciencia de la inconsciencia, sin percibir lo complejo de nuestro decir, de nuestro escuchar, de nuestro entender, de nuestro razonar. Solo valoramos estas capacidades cuando las hemos perdido y somos conscientes de su complejidad.

Cuando un daño cerebral adquirido, un tumor, una enfermedad degenerativo, una parálisis cerebral o cualquier otra patología nos arrebata esta cualidad humana, el héroe o heroína que lo pierde o carece de ellas, junto a sus familiares, comienzan un incierto periplo en la búsqueda de soluciones o recursos que les permitan establecer una nueva comunicación o contacto con el mundo circundante.

En esta realidad un gran Ser digno de ser el Príncipe salvador de nuestro cuento, ha trabajo durante años para encontrar una la solución a un gran vacío comunicativo, pocos comunicadores respondía a la necesidad creada, LIBERIA apareció en el mercado superando las expectativas comunicativas de aquellas personas que necesitaban pronunciarse y hacerse entender, expresando su realidad vivida.

Infinitas gracias a David Vilanova y a Carmen Encina por su generosidad en esta búsqueda de recursos imprescindibles y gratuitos que permitan a las personas que no tuvieron o perdieron su voz, su palabra, dotándoles de esta increíble herramienta que provoca tan increíbles experiencias de superación en tod@s aquellas personas que la conocen, así como en los terapeutas que decidimos enseñar su uso.

Me siento infinitamente agradecida de conoceros, y haber seguido en la distancia cercana, vuestro imparable deseo y esfuerzo de dotar de voz y palabra a todas aquellas personas que carecen de ella y ansían volver a sentirte de nuevo seres sociales. Que el éxito de esta excelencia se convierta en un objetivo común para comunicadores y comunicantes.

Así como iniciamos terminamos, con un colorín colorado que acaba de comenzar con un bellísimo principio.

Mi recomendación de los instrumentos de Liberia es doble, por un lado las herramientas que te ofrecen son muy muy pensadas y por otro lado la calidad humana del equipo no tiene precio. Y nunca mejor dicho, no tiene precio, porque además nos ofrecen este regalo de la comunicación de forma gratuita.

Conocí este comunicador porque me dedico profesionalmente a las dificultades del aprendizaje y de comunicación con niños con varias patologías y un día mi padre sufrió un ictus que le dejó una afasia. Llamé a Liberia a ver si había la posibilidad de usar el comunicador con mi padre y la predisposición y empatía con la cual me trataron fue otro regalo en un momento muy duro.

Es una herramienta extraordinaria, cuando te encuentras con tu padre que de repente deja de hablar, te encuentras muy indefenso y él todavía más. Es desolador ver como una persona que conserva intacto su capacidad cognitiva, no se puede comunicar con nadie. La necesidad de explicarse está en cada momento de la vida, desde explicar que una pastilla te marea, que te hace daño alguna parte interna del cuerpo, o que el vendaje te presiona demasiado, a tener que dar consuelo a alguien que ha perdido un familiar, o explicar que quieres que hagan con tus cosas cuando ya no estés, o explicar lo que sientes… Somos animales comunicativos, necesitamos el contacto social, nos consolamos, nos alegramos y necesitamos compartirlo con los nuestros.

De aquí la gran importancia del comunicador de voz Liberia y el comunicador UCI. Son herramientas de fácil manejo, de dibujos agradables, neutros, de una gran versatilidad, pensadas minuciosamente, llenas de detalles que te ayudan a hacer que alguien no quede definitivamente arrinconado ni por falta de dinero ni por falta de conocimientos.

Mejorar la posibilidad de comunicación con los pacientes críticos, en situación de vulnerabilidad, es una necesidad de primera magnitud. Es especialmente importante en aquellos pacientes con una especial dificultad de comunicación (traqueostomizados o portadores de un tubo endotraqueal). La comunicación eficaz con ellos nos permite disminuir sus necesidades de sedación y muy probablemente mejorar su pronóstico, además de permitirnos una relación humanizada con ellos (en un entorno hostil). Hemos tenido la oportunidad de trabajar con diferentes sistemas y la ayuda que nos ha proporcionado el comunicador Liberia Community ha sido sin duda nuestra mejor experiencia.

Este sistema además en algunos casos nos permite potenciar el proceso de recuperación de movimientos finos, recuperación psicológica y mantener sistemas de entrenamiento activo que potencian la vuelta a la normalidad de los pacientes tras un proceso crítico.

Promover y facilitar la comunicación es un aspecto clave para la atención y el cuidado, más aún cuando está altamente dificultada por los requerimientos de algunos tratamientos como la respiración asistida con sedación ligera durante la estancia en cuidados intensivos. En estas situaciones, mantener la posibilidad de comunicarse disminuye el sufrimiento que implica vivir en un contexto de aislamiento porque favorece la seguridad, la autoestima y los sentimientos de pertenencia de la persona enferma, fomentando su experiencia de autocontrol de la situación adversa. Por ello los medios o instrumentos que facilitan la comunicación entre las personas enfermas y sus familiares o seres queridos son instrumentos clave del cuidado centrado en el bienestar.

Su diseño, que parte de experiencias concretas de personas que han precisado ventilación asistida y de expertos en el ámbito de la salud y la comunicación, garantiza su fácil uso por parte de personas no expertas en la utilización de dispositivos tecnológicos, todo y con algunas dificultades cognitivas. Su diseño es sensible a las necesidades particulares de cada usuario, permitiendo canales y códigos de comunicación de acuerdo a su lenguaje.

Por eso el comunicador de voz Liberia es un instrumento llamado a ser en una de las piezas clave de los equipamientos básicos para el cuidado, no solo cuando la ventilación asistida es precisa, sino en situaciones que requieren aislamiento como parte del tratamiento.

Como enfermera de la Unidad de Cuidados intensivos (UCI) siempre he tenido un compromiso con los pacientes, y aunque la UCI es una unidad muy tecnificada, los pacientes, como seres sociales, tienen unas necesidades que desde la vertiente humana no podemos obviar. Con esto quiero decir que una de las características humanas más importantes es la esfera social, es decir, somos seres sociales por naturaleza. Tenemos que tener muy en cuenta estas necesidades sociales porque una carencia en este sentido, puede significar un sufrimiento añadido a la ya traumática estancia hospitalaria.

Los profesionales que asisten a los pacientes críticos, tienen el compromiso de facilitar la comunicación de estos pacientes. Los estudios nos muestran que una buena comunicación mejora su estado emocional y psicológico, y por tanto, esto influye en su recuperación. Las enfermeras de la UCI han creado estrategias de comunicación para los pacientes con dificultades, como por ejemplo, los libros con imágenes y abecedarios, aun así, la comunicación tiene un gran impulso, si contamos con herramientas, tan innovadoras y adaptadas a las necesidades del paciente crítico, como los sintetizadores de voz. Con estos últimos, el paciente se puede comunicar de una manera sencilla e intuitiva, tiene voz propia en un contexto de comunicación adaptada, y cuenta con un sintetizador de voz que puede ser activado con la mirada.

Pasar un tiempo con el paciente acercando estas tecnologías crea un clima de interacción que beneficia tanto al paciente como al profesional y nos aporta tanto calidez humana como satisfacción mutua. Este clima también nos acerca a la familia, con el objetivo de una comunicación llena, que también influye directamente en el tiempo de recuperación y de estancia a la unidad de críticos.

Como enfermera puedo afirmar que es una experiencia que llega al corazón, un compromiso que está relacionado directa y íntimamente con la esencia de nuestra profesión, una profesión que trabaja duro para conseguir objetivos de humanización de la asistencia. En esta línea trabajamos para minimizar los sentimientos de soledad, de aislamiento, de sensación de dependencia; así como minimizar los estados de ansiedad que produce la incertidumbre de no poder comunicar aquello que nos preocupa, o de no poder participar plenamente en la toma de decisiones. Todos necesitamos que en momentos de crisis vital nos apoyen de manera empática y humana, en este sentido la comunicación plena es clave, por eso, el sistema de comunicación Liberia UCI es para nosotros, como enfermeras, una gran herramienta en nuestro día a día con el paciente.

En la UCI, cuando un paciente se intuba, la comunicación se consigue a menudo a través de expresiones faciales, gestos y/o escritura, dependiendo del estado neurológico de la persona y el nivel de sedación. Sin embargo, estas maneras sencillas de comunicación no siempre son eficaces y pueden crear frustración para el paciente. La dificultad de comunicación se considera, además, como uno de los factores generadores de estrés. Liberia Community ha creado un sistema de comunicación Liberia UCI, para los pacientes críticos que no pueden hablar. La innovación tecnológica que aporta, y el uso de un lenguaje inteligente, natural y con lógica sintáctica lo hace más próximo al humano. Al permitir que los pacientes de la UCI se comuniquen con más eficacia, no solo mejoramos la atención, sino que mantenemos el derecho humano de comunicarse.

El comunicador Liberia UCI es una herramienta de gran utilidad para el manejo de los pacientes críticos. La tecnología desarrollada por Liberia Community cumple perfectamente con el objetivo de atención centrada en el paciente en el contexto de la enfermedad crítica. La interacción paciente‐comunicador es intuitiva y sencilla y facilita la comunicación con el personal asistencial y también con las familias, empodera al paciente, se adapta a sus necesidades y evita la frustración. Su implementación en la UCI permite una atención personalizada que mejora el confort del paciente durante la estancia y puede contribuir también a mejorar los resultados.